Publicado en edición impresa de La Nación el lunes 2 de mayo de 2011
Cruzar el Atlántico en solitario
Aurora Canessa, de 60 años, intentará ser la primera argentina en atravesar sola el océano
Por Florencia Vidal | Para LA NACION
Aspira a convertirse en la primera mujer argentina que cruce el océano Atlántico a bordo de un velero en solitario y, al tiempo que establece un récord, vivir una gran aventura para contarles a sus descendientes.
Se trata de Aurora Canessa, de 60 años, a quien le gusta definirse como navegante, pescadora y empresaria, en ese orden, y que hoy, a las 14, dará el primer paso de su gran travesía.
El viaje comenzará en St. Maarten, la última isla al nordeste del Caribe, y tendrá como destino final el puerto de Cascais, en Portugal. En total, recorrerá 6575 km, es decir, unas 3500 millas náuticas.
Claro que para esto hará dos escalas técnicas. La primera en las islas Bermudas y la segunda en las islas Azores, en medio del océano Atlántico.
«Toda mi vida fue un desafío, éste es uno más, voy en busca de mi esencia, y qué mejor lugar que en medio del mar… sola», dijo Aurora hace pocos días, mientras vivía pendiente del pronóstico para las siguientes jornadas.
Ocurre que si bien la partida se planificó con mucho tiempo, había que estar seguros de que las condiciones climáticas fueran óptimas de manera de permitir a esta valiente mujer aventurarse a los mares sin más compañía que su propia alma.
Así, cuando comenzó a calcular los tiempos para el viaje, la hoja de ruta estipulaba la largada para un día entre hoy y el miércoles de la semana próxima. Finalmente, ayer, el pronóstico le dio la luz verde y se alistaron los últimos detalles para la partida.
El Shipping es el velero con el que Aurora intentará el cruce del Atlántico en solitario.
«Es una embarcación sólida, está muy reforzada, la supervisé personalmente durante toda su construcción: la cubierta está unida al casco con bulones cada 15 centímetros, las velas son de crucero, la maniobra es toda al cockpit -para navegar en solitario-, tiene todas las drizas y burdas dobles y dos paneles de energía solar», contó la navegante.
Viaje a Malvinas
No es la primera vez que Canessa lleva a cabo una travesía de alto riesgo por los océanos. En 1992 obtuvo un reconocimiento internacional al emprender junto con ocho hombres un emocionante viaje a las islas Malvinas con el objetivo de entregar 300 cartas con mensajes de niños argentinos para chicos malvinenses.
En 2005 se convirtió en la ganadora de las 500 Millas del Río de la Plata, una de las regatas más duras y exigentes que se corren en ese río.
Los peligros de esta travesía serán numerosos, desde la posible rotura de cualquier parte del barco, pasando por la navegación en medio de fuertes temporales.
Pero a Aurora no la asustan estos riesgos, que, asume, hay que tomar. En cambio, evalúa que las mayores dificultades durante la navegación entre los dos continentes podrían ser ocasionadas por «el sueño, el cansancio y estar sola».
Si todo sale bien, debería llegar a destino dentro de por lo menos dos meses. Para alimentarse, lleva provisiones de todo tipo en cajas y cajones preparados para el agua.
Canessa se preparó durante varios meses con una dieta y un entrenamiento que le permitirá mantenerse varios días durmiendo una hora sí y otra hora no para evitar que un largo sueño la sorprenda en medio de una tormenta