Salimos de Abraao a las 16,30hs porque viró del Este que estaba soplando fuerte al Oeste, apenas viró pegué un salto y dije….¡partimos a Río ¡ puse la genoa y navegamos hasta la entrada de la ensenada de Las Palmas, a vela , pero duró poco…viro primero al Este ,suave, luego al Sudeste y se mantuvo entre estos dos vientos, entre 7 y 10 nudos, la genoa siempre estuvo portando primero ciñendo, luego al través, la aleta, hasta llegar a la popa redonda llegando a Río a las 4,30 de la madrugada, desde la 1 hasta que llegamos y después que entramos, a las 6 de la mañana, hice la guardia, estaba bien de sueño había dormido todo el día, descansando por la pierna y una incipiente angina, que me traía un fuerte dolor de cabeza, después de tamaña siesta, me sentía recuperada y con buen ánimo para la partida, el viernes a la tardecita.
A eso de las tres de la mañana después de mirar dos horas seguidas el mar, calmo pero negro, me vino el recuerdo de un libro que nos regaló Mamá, cuando éramos muy chiquitos, donde en la tapa había el dibujo de un pulpo gigante que levantaba un barco, lo rodeaba con sus enormes tentáculos, y la cara de los marinos era de espanto….pensé…será cierto que hay monstruos en el fondo del mar? De dónde salieron las historias de los marineros de animales enormes que atacan y hunden las embarcaciones?….y si ahora sale un tentáculo del mar negro y me rodea el cuello? ¿Qué hago? Le pego el grito a Ximena..? no..me sostengo de la chubasquera?…..en eso estaba, cuando de repente a menos de dos metros míos escucho un rugido, y un splass…enorme, pegué un salto a la otra banda, y en un segundo estaba dentro de la cabina segura, miré hacia el lugar de donde vino el rugido y no ví nada, el corazón se me salía del pecho….y cuando me calmé me puse a pensar…¡que coincidencia justo que estaba tan concentrada pensando en monstruos marinos y pasa esto….!cuando se levantó Xime, le conté y me dijo riendo…sería un lobito…..y le contesté….¡¡¡no….ningún lobito, ése era el abuelo de los lobos…!!!! Tuvimos que achicar la vela porque íbamos a 6 nudos y llegaríamos muy temprano, y yo de noche no entro a Río, por seguridad y porque era la primera vez que entraría a Río de Janeiro con MI barco, y lo quería disfrutar, igual llegamos al través de la isla Plana en la entrada, a las 4,30hs así que estuve boyando dos horas hasta que empezó a clarear, y pudimos entrar con seguridad y disfrutando, aunque había una niebla que no se veía ni el Cristo Redentor, hasta que de pronto se abrió, y se iluminó todo Río, El Pao de Azúcar, Copacabana, todo, entramos con cuidado buscando la entrada del Iate Clube, Ximena era la primera vez que venía, y yo hacía unos cuantos años que había venido y no me acordaba bien, pero todo bien, llegamos, llamamos a la Cocoroca, que nos vino a buscar, y fuimos a hacer los papeles a la oficina administrativa……¡¡¡¡¡….Estábamos en el Iate Clube do Río de Janeiro…..!!!!!